Soy Ashanti, tengo 14 años y nací en Nigeria. Siempre he sido una niña muy feliz, pasaba los días jugando con mi hermana mayor, que me ha cuidado en todo momento. Mi madre me contaba cuentos antes de dormir y me encantaba imaginarme nuevas historias. Cuando aprendí a escribir, comencé a guardar esas historias en mis cuadernos. Me encantaba ir al cole y aprender cosas nuevas. Allí empecé a bailar con mis amigas y descubrí mi pasión por la danza. Mi padre trabajaba mucho para mantener a toda la familia.
Un día, nuestros padres dijeron que nos teníamos que ir de casa para ir a vivir a un sitio mejor. Metimos nuestras cosas en maletas, aunque no podíamos llevar muchas, y nos fuimos llenos de esperanza toda la familia junta. Había mucha gente de todo tipo. Los hombres que nos llevaban me separaron de mi familia y nos dijeron que al final del viaje nos volveríamos a encontrar, pero nunca pasó. Me llevaron junto a otras niñas a una casa en España y allí fui víctima de trata con fines de explotación sexual. Nos vigilaban continuamente, no nos dejaban salir sin ser acompañadas, apenas podíamos descansar, y nos amenazaban con no volver a ver a nuestras familias si nos intentábamos escapar. Controlaban nuestro dinero y nos quitaron nuestra libertad. Mi única forma de seguir siendo un poco libre eran mis cuadernos, en los que escribía historias que ocurrían muy lejos de allí. A pesar de lo difícil que era, algunas reunimos el valor para escapar, pero muchas se quedaron allí.
Ahora estoy en un centro de atención y acogida para personas menores de edad, que han vivido una realidad parecida a la mía. Todavía no me he reunido con mi familia, pero espero que podamos tener la vida que soñábamos. Últimamente me dedico a escribir y espero poder dedicarme a ello de forma profesional en el futuro para informar y defender el derecho de protección y acogida de miles de mujeres, niños y niñas que se ven expuestas a violencias durante las trayectorias de migración. Además, he vuelto a bailar.

Comments